domingo, 5 de septiembre de 2010

Giuseppe Farina, primer ganador en Monza



Giuseppe Farina, Emilio Giuseppe Farina, más conocido como Nino, fue el primer ganador del Gran Premio de Italia en Monza y también el primer campeón de la Fórmula 1 en 1950. Como no podía ser de otra manera, el italiano consiguió el triunfo en su país, además de haber ganado en Gran Bretaña y Suiza.

En el 2007, Farina apareció en la lista de los pilotos más rápidos de toda la historia de la máxima categoría que publicó la revista F1 Racing. Giuseppe quedó en la posición número 33. Los que votaron fueron grandes figuras del automovilismo como Max Mosley, Jean Todt, Eddie Jordan, entre otros, quienes seguramente se deben haber acordado de las aventuras que tuvo que vivir aquel piloto que arrancó en Alfa Romeo y continuó en Ferrari.


Farina fue contratado en Alfa Romeo al mismo tiempo que la escudería se hizo de los servicios del argentino Juan Manuel Fangio y el italiano Luigi Fagioli. El dilema era ver quien iba a ser el piloto número 1, y rápidamente la actitud de Farina de ir al límite en las carreras, al borde de accidentarse por dar todo por la victoria lo hizo poner un escalón por arriba de sus compañeros. Competía para sí mismo y pocas veces para el equipo, lo que al principio le dió resultado en el año que se consagró campeón pero luego le jugó en contra: en 1951 quedó relegado por Fangio, no sólo por un mayor rendimiento si no también por el compañerismo y simpatía que mostraba el argentino frente al equipo. En ese año, el italiano salió cuarto del mundo.

En 1952 ante la disolución de Alfa Romeo, Farina pasó a Ferrari junto a su compatriota Alberto Ascari, quién tuvo un gran nivel y por eso Giuseppe nunca pudo estar por encima de él y tuvo que esperar hasta el año 53 para volver a ganar una carrera cuando en el Gran Premio de Alemania, Ascari abandonó y Farina comenzó con una fuerte persecución exigiendo al máximo su Ferrari y al borde del despiste para poder pasar a Hawthorn y a su ex compañero Fangio a quien no le tuvo piedad.

Farina siempre sufrió por ser el segundo o tercer piloto de su equipo y cuando tuvo la tan ansiada oportunidad en Ferrari en 1954, los accidentes lo perjudicaron.

Curiosamente, aquel piloto que ganó por primera vez en Monza, sufrió en esa pista varios incovenientes, y uno de esos fue ese en 1954 el cual fue el comienzo del retiro de la Fórmula 1. Cuando quiso volver mostró un compañerismo que nunca había mostrado: dejó la competición en 1956 cuando falleció un compañero en un choque mientras corría con el auto que pertenecia al italiano.




Por Nicolás Etcheverrito

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