Lideraba la carrera en el debut del Gran Premio de Corea en la Fórmula 1, pero un desperfecto mecánico hizo que tenga que abandonar. Dejó el primer puesto en manos de Fernando Alonso y perdió importantes puntos de cara al objetivo máximo: el título mundial de F1. Sebastian Vettel se bajó del coche y volvió caminando hacía los boxes, se cruzó con una camara y con una sonrisa complice la miró y frunció los hombros como diciendo: "Que lástima". Le resbaló que se le hayan escapado 25 puntos y que el español, su máximo rival, lo pase en la tabla general.
Así vivió el "joven maravilla" la temporada 2010 de la F1. Con la profesionalidad que se requiere pero sin dejar de lado el divertimiento de la competencia. ¿En el campeonato hubo algún cruce con Webber, su compañero de equipo? Si uno observaba a Vettel pareciera que no. Tomó una postura de no confrontar porque no es su forma de ser y sin discusiones ni pedir por un favoritismo del equipo, logró el apoyo de Red Bull por lo hecho en pista, exigiendo al máximo el auto para poder lograr un campeonato soñado.
"Antes de la carrera estuve pensando sobre la situación de Kimi (Räikkönen)", expresó Vettel quien imitó a lo sucedido en la temporada 2007 cuando Räikkönen le descontó a Lewis Hamilton 17 puntos en las últimas dos carreras sobre 20 en juego y se consagró como campeón con uno más que el ingles. Esa es la fe que se tuvo el joven de apenas 23 años, que nunca bajó los brazos ante tantas situaciones adversas. Lo intuía, lo presentía y lo consiguió.
Red Bull hizo historia de la mano de Vettel y tiene suficiente tiempo para repetir y aumentar los laureles obtenidos. El multicampeón, Michael Schumacher, de buena relación con Vettel, felicitó al joven por su campeonato. ¿Le habrá pasado el legado? Por el momento, Sebastian disfruta adentro de la pista con el volante y afuera con la corona.
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