Una vez más Spa-Francorchamps dio que hablar y no justamente por sus curvas o por la belleza del paisaje, si no por la variedad climática que historicamente presenta este circuito. Antes de la parrilla se podía preveer que la lluvia iba a caer durante la carrera en Bélgica y era cuestión de esperar cuando.
Webber largaba en punta y su objetivo era romper con su mala racha de partidas, algo que no pudieron hacer en todo el año ninguno de los dos pilotos de Red Bull, pero el piloto australiano no aceleró rápido y en la recta principal quedó relegado al 7mo lugar y el primer puesto fue ocupado por Lewis Hamilton. Cuando los autos estaban girando en la primera vuelta, el agua no se hizo esperar: empapó el trazado de Spa-Francorchamps y provocó que todos los autos en hilera se vayan de la pista sin poder controlar el Fórmula 1.
Alonso fue uno de los que quedó mal parado de esa situación por un choque que le proponinó Barrichello y luego por una mala decisión táctica de la escuderia al ponerle gomas intermedias, ya que, el servicio meteorologico extrañamente falló y la lluvia no perduró.
La jugada de Ferrari fue apresurada para intentar sorprender con su principal piloto, pero las estrategias de McLaren y Red Bull, sus principales competidores, dejaron en evidencia el error de la marca del cabalino rampante porque mantuvieron a sus pilotos con las gomas de piso seco y obtuvieron buenos resultados.
Los ingenieros de McLaren tuvieron algo de fortuna sobre el final de la carrera cuando se largó la lluvia de nuevo porque permitieron que Hamilton, quien lideró de punta a punta, de una vuelta más en el piso mojado. Al inglés le costó mantenerse en pista y en una curva se despistó y rozó el paredon pero pudo volver sin mayores inconvenientes. Por suerte para McLaren, Red Bull y Renault le dieron las mismas ordenes a sus pilotos Webber y Kubica, que también tuvieron problemas.
La inestabilidad del clima reinó de nuevo en Bélgica y Hamilton demostró que va a pelear en cualquier terreno y circunstancia: ganó una carrera muy difícil y ahora lidera el campeonato.
Webber largaba en punta y su objetivo era romper con su mala racha de partidas, algo que no pudieron hacer en todo el año ninguno de los dos pilotos de Red Bull, pero el piloto australiano no aceleró rápido y en la recta principal quedó relegado al 7mo lugar y el primer puesto fue ocupado por Lewis Hamilton. Cuando los autos estaban girando en la primera vuelta, el agua no se hizo esperar: empapó el trazado de Spa-Francorchamps y provocó que todos los autos en hilera se vayan de la pista sin poder controlar el Fórmula 1.
Alonso fue uno de los que quedó mal parado de esa situación por un choque que le proponinó Barrichello y luego por una mala decisión táctica de la escuderia al ponerle gomas intermedias, ya que, el servicio meteorologico extrañamente falló y la lluvia no perduró.
La jugada de Ferrari fue apresurada para intentar sorprender con su principal piloto, pero las estrategias de McLaren y Red Bull, sus principales competidores, dejaron en evidencia el error de la marca del cabalino rampante porque mantuvieron a sus pilotos con las gomas de piso seco y obtuvieron buenos resultados.
Los ingenieros de McLaren tuvieron algo de fortuna sobre el final de la carrera cuando se largó la lluvia de nuevo porque permitieron que Hamilton, quien lideró de punta a punta, de una vuelta más en el piso mojado. Al inglés le costó mantenerse en pista y en una curva se despistó y rozó el paredon pero pudo volver sin mayores inconvenientes. Por suerte para McLaren, Red Bull y Renault le dieron las mismas ordenes a sus pilotos Webber y Kubica, que también tuvieron problemas.
La inestabilidad del clima reinó de nuevo en Bélgica y Hamilton demostró que va a pelear en cualquier terreno y circunstancia: ganó una carrera muy difícil y ahora lidera el campeonato.
Por Nicolás Etcheverrito